Spartan Trifecta : Objetivo Cumplido

 

Dias después de la resaca, el dolor y el sufrimiento me siento a escribir por fin mi crónica de la Spartan Race.

Este año me fui sola sin el arropo de mi familia, cosa que ya me daba mucha pena el no tenerles ahí dando animos y viendo la cara de mi niño lleno de orgullo y llamándome spartana, pero era la mejor opción para yo poder ir a Barcelona, irme en avión, allí me recogería Nast, que fue mi compañero durante todo el fin de semana, y que sin el nada hubiera sido posible.

Nos levantamos por la mañana habiendo dormido 3 malas horas, y nos dirigimos hacia el campo de batalla, nerviosos y motivados, Nast corria a las 8 y yo en la tanda de las 8:30.

Llego el momento

Y llego la hora, cuantas emociones en la línea de salida, justo un año antes estaba ahí, estrenándome en la misma distancia, en ese momento me vino a la cabeza todo lo que ha pasado este año,(ahora escribiendo estas líneas, me emociono todavía), es tan bueno y tan bonito, que jamas me arrepentiré de esa decisión y de querer correr esta carrera, mientras calentaba y me intentaba tranquilizar me emocione mucho y se me saltaron las lágrimas, es lo que tiene una que es una sensibloide.

Después del calentamiento conjunto que a mi me sirve para paliar los nervios, llega el momento, en el que el speaker empieza a hablar y no puedo mas que ponerme la piel de gallina, a muchos les parecerá una tontería, pero ese momento me siento como una guerrera antes de la batalla,

Y nos vamos. empezamos a correr, a sentir la tierra bajo los pies, a hacer lo que mejor sabemos.

Pasados los primeros obstáculos me veo super bien, veo que mis últimos entrenamientos dan su fruto y me veo suelta, alegre, feliz de estar ahí, dosificando fuerzas y disfrutando.

Una mala pisada

Hacia el km 8 en una bajada se me dobla el pie entero, y grito de dolor, y grito NO PUEDE SER!!! NOOOO, NO PUEDE SER!! Intento andar pero no puedo, me duele demasiado, y tras unos metros, me siento, me siento y lloro, no puede ser posible, no puedo retirarme, me cuesta mucho ir a correr una carrera (me encantaría ir a todas, aquí y fuera, pero mi economía, el trabajo, las responsabilidades, los niños, hacen que sea muy difícil poder ir a cada carrera) por eso mismo, por esas dificultades intento darlo todo, sea mucho o poco, pero acabar lo empezado.

En ese momento no puedo pensar con claridad, como digo me cuesta mucho estar ahí, como para dejarlo, así que me levanto, aprieto los dientes y me pongo a correr, las lágrimas no me dejan ver el suelo, duele demasiado, así que voy caminando, empiezo a apretar los dientes y a sacar la fuerza de dentro, hay que acabar Sonia, me digo, cueste lo que cueste.

Sigo, aunque mi cabeza ya no esta motivada, mi cabeza dice que no, que no puedo, y cuando cabeza y cuerpo no llegan a un acuerdo, es muy difícil continuar,
Llego a la zona de pruebas , me dicen que voy por el km 10 mas o menos, y me hundo, digo, me quedan unos 14km mas, y no puedo, no puedo seguir, no quiero. Y gracias a José Andreu que me dijo, tu no te retiras, sigue, volví a apretar dientes y seguí.

Por la montaña

Para mi quedaba la parte peor, la mas psicológica desde mi punto de vista, las subidas y subidas por la montaña, pensé en muchas cosas, en mi familia, trabajo, mi vida, creo que es el punto donde interiorizas todo y te conoces a ti mismo, de ahí sale tu fuerza, no solo la física, si no la mental, en esa zona algo se quedo de mi, y algo me llevé, y este año paso lo mismo.

Hacia casi el final me encuentro con Anto que gracias a su compañía hizo que los últimos km pasaran volando, la verdad que cuando vas con alguien se hace todo menos cuesta arriba, me gusta correr sola, yo con mis cosas y mi ritmo, pero he de reconocer que para una carrera como la beast, la compañía hace que tu cabeza no te juegue malas pasadas, ya que si no puedes tienes el aliento y la fuerza de tus compañeros.

Llegada a meta

No veía el momento de llegar, de pasar los últimos obstáculos, de saltar el fuego y decir se terminó, creo que nada más saltar el fuego ya estaba llorando. Había terminado, había sacado fuerzas de donde no había, había dominado mi mente y acabé lo empezado, con mucho sufrimiento, esta vez no disfrute, pero gane la batalla.

El año pasado me propuse un objetivo, conseguir la Trifecta, y ya lo tenía, había entrenado para ello y lo había conseguido, ya solo faltaba cruzar la línea de meta.

Me pusieron la medalla y me derrumbe, todo lo que llevaba acumulado salio, la rabia y la fuerza dejaron salir a flote todas las emociones, y mi familia no estaba, así que busqué a Nast, le buscaba desesperada, era lo mas familiar que tenía allí, se ha convertido en mi hermano, y cuando le encontré me derrumbe otra vez, necesitaba ese abrazo y saber que ya todo había pasado. Estuve mucho rato llorando, normalmente cuando acabo una carrera tengo las emociones muy a flor de piel, pero esta vez todo se desbordo, me dije a mi misma que era la última, que no corría mas, que no necesitaba esto, pero hoy digo que si, que lo necesito, necesito sentirme fuerte y superarme, necesito dominar mi mente y hacerla mucho mas fuerte.

Amigos

Necesito sobre todo seguir ampliando la familia, porque voy conociendo gente maravillosa, gente que ves por las redes y de repente te hablas como si te conocieses de toda la vida, gente que comparte tu locura, te entiende, te apoya y te motiva, que se crean vínculos muy fuertes, y esa gente pasa a ser de tu familia.

Quiero agradecer a todos los que estáis ahí siempre apoyando, a mis hermanos instaracespartanteam por estar ahí cada día, y en especial en los malos momentos, ya que ellos fueron mi apoyo, y a toda esa #spartanfamily que cada día crece mas y mas, son muchos pero todos ellos ya saben quienes son, espero veros en muchas mas, en seguir creciendo juntos, yo no podre ir a todas, pero estaré ahí de alguna manera con vosotros

Gracias por estar ahí, nos vemos en el barro #arooooo